Es más digestiva que la leche de vaca, ideal para personas con sensibilidad a la lactosa.
Ayuda a fortalecer huesos y dientes por su alto contenido en calcio y fósforo.
Contribuye a mejorar el sistema inmunitario gracias a sus vitaminas antioxidantes.
Es una buena fuente de hierro, recomendada para personas con anemia.
Posee propiedades antiinflamatorias y ayuda a mantener niveles saludables de colesterol.